El matsutake es el hongo más valioso del mundo, crece en los bosques alterados por los humanos en el hemisferio norte. Su capacidad para nutrir árboles ayuda a que crezcan bosques en lugares desalentadores. También es un manjar en Japón, donde alcanza precios astronómicos. Pero, más allá de la micología, el matsutake plantea una pregunta crucial: ¿qué seres se las arreglan para vivir en las ruinas que hemos creado? Una historia de diversidad dentro de nuestros dañados ecosistemas y paisajes, La seta del fin del mundo sigue la peculiar cadena de una de las materias primas más extrañas de nuestro tiempo, explorando así rincones inesperados del capitalismo: los gourmets japoneses, los comerciantes, los luchadores hmongs, los bosques industriales, los pastores de cabras chinos de etnia yi, los guías de naturaleza finlandeses… Investigando uno de los hongos más buscados del mundo, la autora expone la relación entre la destrucción capitalista y la supervivencia colaborativa.