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Gaspar es un aristócrata acaudalado y refinado, especialmente desencantado de la vida, presa de una obsesión con la muerte y con un oscuro pasado que le atormenta. En una consulta médica, conoce a una mujer enferma de tuberculosis y a su pequeño hijo Rafaelín, al cual, cuando aquella fallece, adopta como hijo suyo. Gaspar adora a este niño, que le parece más hijo suyo que si lo fuera de verdad, se traslada, se aparta de su hermana y de la mujer con la que planeaba contraer matrimonio para dedicarse por entero al niño. Pero, en un giro dramático, mira a la muerte a los ojos y ya no volverá a…mehr

Produktbeschreibung
Gaspar es un aristócrata acaudalado y refinado, especialmente desencantado de la vida, presa de una obsesión con la muerte y con un oscuro pasado que le atormenta. En una consulta médica, conoce a una mujer enferma de tuberculosis y a su pequeño hijo Rafaelín, al cual, cuando aquella fallece, adopta como hijo suyo. Gaspar adora a este niño, que le parece más hijo suyo que si lo fuera de verdad, se traslada, se aparta de su hermana y de la mujer con la que planeaba contraer matrimonio para dedicarse por entero al niño. Pero, en un giro dramático, mira a la muerte a los ojos y ya no volverá a ser el mismo. El naturalismo, el simbolismo, la decadencia y el esoterismo se entremezclan dando forma a esta novela en la que el protagonista busca la redención en un marco de bellos paisajes. La sirena negra, es una novela corta, publicada por primera vez en 1908 y forma parte junto con La quimera (1905) y Dulce sueño (1911), de las novelas negras de Emilia Pardo Bazán.
Autorenporträt
Nació en La Coruña en 1852, hija de una familia aristocrática. Ya desde muy niña demostró una gran afición por la lectura y empezó a escribir con gran precocidad. Siempre se mantuvo atenta a las novedades literarias europeas, y en 1881 fue la primera que divulgó y defendió el Naturalismo francés en España. Unos años después fue también una de las primeras en señalar el declive del Naturalismo y su sustitución por nuevas corrientes espiritualistas. Tuvo que esperar hasta 1916 para ser nombrada catedrática de Literatura.