La prisa es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo. Vivimos con poco tiempo para casi todo, y cuando logramos unos minutos para rezar, sentimos el cansancio, el dolor de cabeza o la falta de fuerzas. Este libro puede ser una ayuda para quienes buscan a Dios en su vida cotidiana, entre compromisos y contratiempos. Porque no se trata de rezar «a pesar» de nuestras tareas, dice el autor, sino gracias a ellas, aprendiendo a amar la propia vida como un don. En estas meditaciones para gente ocupada, Carlo De Marchi anima a orar a partir del Evangelio, dirigiendo el alma a Jesús en cualquier lugar para decirle: «Creo que estás aquí, que me ves y que me oyes…, haz que me enamore de la vida que me toca vivir». Esta obra ha sido traducida con la contribución del Centro del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura italiano.