Este libro destaca terrenos locales de cinco geografías espaciales específicas de América del Sur: el Biobío en Chile, el Valle Sagrado en Perú, Potosí (y La Paz) en Bolivia, el oriente de Ecuador y el suroccidente de Colombia como fuentes de conocimiento, vitalidad y habitabilidad. Estas áreas representan "otras Américas", o regiones cuyo estatus marginal sigue siendo central para la economía global, y trazan pistas sobre cómo podemos entender una serie de esfuerzos descoloniales en el hemisferio. La autora presta especial atención a las cambiantes tierras fronterizas, mundos queer y no reproductivos de afiliación horizontal y anarcofeministas, películas experimentales y performances vernáculos como sitios de potencial, no solo a través de movimientos sociales, sino también de modos de ver, vivir y encontrar fuentes de intercambio alternativas al camino destructivo del extractivismo.