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Esta obra recoge Las Confesiones de san Agustín, consideradas por lectores y estudiosos como uno de los clásicos más importantes de la espiritualidad occidental desde su publicación hasta nuestros días. En ellas han visto un exponente autorizado, fidedigno, del modo como los cristianos de cultura principalmente mediterránea y, luego, centroeuropea han entendido y llevado a la práctica la repercusión de su credo en la vida. Las Confesiones, en concreto tres, constituyen un diálogo con Dios, cu ya misericordia, providencia y esplendidez reconoce, confiesa y alaba Agustín. Son también un…mehr

Produktbeschreibung
Esta obra recoge Las Confesiones de san Agustín, consideradas por lectores y estudiosos como uno de los clásicos más importantes de la espiritualidad occidental desde su publicación hasta nuestros días. En ellas han visto un exponente autorizado, fidedigno, del modo como los cristianos de cultura principalmente mediterránea y, luego, centroeuropea han entendido y llevado a la práctica la repercusión de su credo en la vida. Las Confesiones, en concreto tres, constituyen un diálogo con Dios, cu ya misericordia, providencia y esplendidez reconoce, confiesa y alaba Agustín. Son también un testimonio simultáneamente personal, apostólico y doctrinal dirigido a los fieles de la Iglesia católica.
Autorenporträt
Agustín nace en Tagaste (Numidia), el 13 de noviembre del 354. Su padre, Patricio, era pagano, pequeño terrateniente y empleado municipal. Su madre, Mónica, era cristiana y muy virtuosa. En Tagaste estudió las primeras letras. Fue enviado a estudiar a Madaura y posteriormente a Cartago. Allí vivió en concubinato con una mujer, que le dio un hijo, Adeodato. Se desplazó a Roma en el año 383 y a los treinta años ganó la cátedra de elocuencia en la ciudad de Milán, residencia entonces del emperador. Allí conoció la fe cristiana y se convirtió en el 385. Una vez bautizado, se trasladó de nuevo a Tagaste, vendió sus bienes y se retiró para vivir la vida monacal. En el 391 fue ordenado sacerdote en Hipona y en el 395, obispo. Su actividad episcopal fue enorme: predicó y escribió incansablemente, polemizó con los contrarios a la ortodoxia de la doctrina cristiana, presidió concilios, se enfrentó a diversas herejías. Sus obras lo convierten en uno de los cuatro principales Padres de la Iglesia. Murió en Hipona el 28 de agosto del 430.