Este tercer tomo constituye, como los dos anteriores, la continuación de un intenso intercambio entre colegas realizado a partir de decretarse la cuarentena como forma de enfrentar la Pandemia del virus covid19. Así fue como surgieron: Psicoanálisis de Niños y Adolescentes, Trabajando en cuarentena en tiempos de la Pandemia (tomo I) y también Trabajando en Cuarentena en épocas de Pandemia y de Post-Pandemia. Transformaciones e Invariancias (Tomo II). Disparadores que propulsaron la disposición a tender Redes, tramas de entretejidos simbólicos para contener las experiencias de trabajar en cuarentena, y en la post-cuarentena tratando de que los rastros de lo vivido no permanecieran encubiertos por las máscaras que cubren los rostros. El interés radicó en poder transmitir esas trazas indelebles desde las diferentes miradas virtuales y el imperativo ético de no desmentir el estado de duelo global y de aflicción que continuamos viviendo y que nos enfrenta con nuestra propia fragilidad y con la perplejidad ante lo impredecible. Y así surgieron las Redes que puedan transmitir las complejas experiencias vividas para que no permanezcan mudas e indelebles las pérdidas, las ansiedades, muchas veces padecidas pero no sentidas, y los duelos que por sus características podrían tener desenlaces imprevisibles para la salud física y mental actual y futura tanto de los pacientes como de los analistas. Tratando de comunicar lo incomunicable, sin brújulas que nos guíen donde intentamos ir extendiendo Redes, des-enredando nudos, creando lazos para navegar en un mar de incertidumbres. Redes en busca de las marcas del dolor, de las soledades confinadas, de lo que he denominado estados de "esperación" entre la desesperación, la espera y la esperanza, para teorizar y transformar estas nuevas formas de vincularse en las Redes de lo Humano y sosteniendo lo Humano de las Redes