En la temporada de 1990-1991, el célebre periodista Sam Smith tuvo un acceso privilegiado al interior de la franquicia de los Chicago Bulls —algo impensable hoy en día— y lo aprovechó para escribir uno de los mejores libros de deporte de la historia, Las reglas de Jordan, donde reveló los secretos inconfesables de un año convulso que marcaría el futuro de la NBA. Intenso, fascinante y escandaloso a partes iguales, Las reglas de Jordan lo abarca todo: desde las tormentosas relaciones de Jordan con sus entrenadores y compañeros de equipo, las luchas de poder con la directiva, en particular con Jerry Krause, su obsesión por ser el máximo anotador, su negativa a compartir el balón en los minutos cruciales de los grandes partidos... El propio Jackson —el gurú que, tras un inicio dubitativo, encontró la tecla que los llevó al éxito— y los compañeros de equipo de Michael, desde Scottie Pippen hasta Horace Grant pasando por Bill Cartwright o John Paxson entre otros, también cuentan su versión de los hechos. Y no se quedan cortos. Las reglas de Jordan sorprende por su intensidad, tensión y ritmo narrativo, pero sobre todo destaca por cómo es capaz de transportarnos al vestuario, al avión del equipo, al autobús, al banquillo, y hacernos sentir como si estuviéramos allí. Granular y personal como pocos, este libro marcó un antes y un después en la carrera del astro de Wilmington y en la percepción que el gran público tenía de él.