Para ser escogido por Dios para trabajar por la instauración de Su reino en esta tierra hay que ser creyente.
Tienes que creer en Dios y en Su hijo Jesucristo y tener fe en Su promesa de vivir siempre con nosotros en este mundo a través del Espíritu Santo.
Si no crees en Dios y consideras la fe como una tontería ciega que no tiene fundamento racional, no serás elegido por Dios y no podrás recibir a Jesucristo en tu corazón ni vivir con la luz del Espíritu Santo protegiéndote a ti y a tu familia y guiando tus pasos cada día.
Ciertamente no subirás a la cruz de Jesús para soportar el dolor que viene por dejar atrás los deseos de la carne.
Tu única realidad probablemente se convierta en lo que tus cinco sentidos te están mostrando ahora, y lo que los molinos de viento distorsionados de tu mente racionalizan incesantemente para dar un sentido de equilibrio a este oscuro y violento escenario mundial.
Probablemente estés creyendo la mayoría de las mentiras que vienen del Príncipe de este mundo, y no esperas nada mejor en los pocos años que tienes por delante en este mundo.
Como no crees en el espíritu, has perdido toda esperanza en esta vida y en este mundo porque no consideras que existe un poder superior que podría traer justicia, amor y fraternidad a este planeta.
Te has identificado con tu cuerpo. Y tal vez pienses que desaparecerás una vez que tu cuerpo se desvanezca y muera.
O bien, puedes creer en Dios de corazón y recuperar tu fe, tu esperanza y tu compasión hacia tu prójimo. E incluso puedes ser elegido -porque nuestro Padre del cielo es compasión infinita- como uno de las vasijas de Dios en este mundo, y trabajar con Él y Cristo en la instauración de una nueva tierra y un nuevo cielo.
Tienes que creer en Dios y en Su hijo Jesucristo y tener fe en Su promesa de vivir siempre con nosotros en este mundo a través del Espíritu Santo.
Si no crees en Dios y consideras la fe como una tontería ciega que no tiene fundamento racional, no serás elegido por Dios y no podrás recibir a Jesucristo en tu corazón ni vivir con la luz del Espíritu Santo protegiéndote a ti y a tu familia y guiando tus pasos cada día.
Ciertamente no subirás a la cruz de Jesús para soportar el dolor que viene por dejar atrás los deseos de la carne.
Tu única realidad probablemente se convierta en lo que tus cinco sentidos te están mostrando ahora, y lo que los molinos de viento distorsionados de tu mente racionalizan incesantemente para dar un sentido de equilibrio a este oscuro y violento escenario mundial.
Probablemente estés creyendo la mayoría de las mentiras que vienen del Príncipe de este mundo, y no esperas nada mejor en los pocos años que tienes por delante en este mundo.
Como no crees en el espíritu, has perdido toda esperanza en esta vida y en este mundo porque no consideras que existe un poder superior que podría traer justicia, amor y fraternidad a este planeta.
Te has identificado con tu cuerpo. Y tal vez pienses que desaparecerás una vez que tu cuerpo se desvanezca y muera.
O bien, puedes creer en Dios de corazón y recuperar tu fe, tu esperanza y tu compasión hacia tu prójimo. E incluso puedes ser elegido -porque nuestro Padre del cielo es compasión infinita- como uno de las vasijas de Dios en este mundo, y trabajar con Él y Cristo en la instauración de una nueva tierra y un nuevo cielo.
Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, B, CY, CZ, D, DK, EW, E, FIN, F, GR, H, IRL, I, LT, L, LR, M, NL, PL, P, R, S, SLO, SK ausgeliefert werden.