Ramon Ribera-Mariné, monje de Montserrat, nos hace una propuesta sencilla para leer la Biblia entera en un plazo de tres años. Se excluyen los textos más conocidos: los cuatro evangelios y los salmos. Y los textos se ordenan siguiendo el año litúrgico en los tres ciclos. Cómo dice Ramon Ribera 'por el hecho de ser cíclico, esto es, sin comienzo, nos permite de iniciar la lectura a cualquier época del año en que se tiene la idea de acontecer lector, o mejor, bibliófilo, o sea, amigo de la Biblia'. Una de las consecuencias más visibles del Concilio Vaticano II ha sido un acercamiento a la Biblia por parte de muchos cristianos. La renovación litúrgica y múltiples iniciativas muy diversas han hecho de muchos textos de la Biblia puntos de referencia fundamentales para la espiritualidad de muchos hombres y mujeres de nuestras comunidades cristianas. Todo ello, pero, a la práctica ha comportado un conocimiento un poco sesgado del Libro. Sesgado en dos sentidos: porque mucha gente lee únicamente el Nuevo Testamento, y normalmente solo los evangelios. Y porque a veces nos acercamos con unas expectativas o unos temores que dificultan la comprensión.