En los tiempos á que nos referimos en la leyenda que empezamos á relatar á nuestros lectores, esto es, en el año 724 de la Hegira, y 1325 de Jesucristo, cuando se pasaba de la puerta de los Gomeles, fuertemente torreada y defendida por adarves, se veia una larga avenida de edificios chatos, de un solo piso, que servian de cuarteles á los soldados de la guardia del rey, en la vertiente del pequeño valle comprendido entre la Alcazaba, y las Torres Bermejas, y por ambos lados hasta el pie de los muros, la escarpadura desnuda sin árboles que pudiesen encubrir á los enemigos que lograsen forzar aquel primer puesto fortificado de la puerta de los Gomeles.