Cansadas de soportar las prolongadas ausencias del hogar que la guerra impone a los varones y de la consiguiente escasez de relaciones sexuales, las mujeres de toda la Hélade, convocadas en Atenas por Lisístrata, deciden hacer que tan incómoda situación obre en su favor, llevándola a sus últimos extremos. Para conseguir la paz fuera de sus casas declararán la guerra dentro de ellas: forzarán a los hombres a concertar la paz, negándose por completo a mantener relaciones sexuales con ellos mientras dure la guerra