Las obras que aquí reunimos expresan la lucha del autor por la conciencia de los oprimidos y los explotados. En Los invertidos, la tesis no tiene que ver con la homosexualidad, sino con la hipocresía social de la doble moral burguesa. En El mayor prejuicio, el blanco de las críticas son las ilusiones de ascenso de la pequeña burguesía decadente. Por su parte, tanto El hijo de Agar como La mujer de Ulises cuestionan la maternidad como una obligación y la indisolubilidad del vínculo matrimonial. Pero serán las obreras quienes tendrán una necesidad imperiosa de batallar contra estos prejuicios y limitaciones, pues ni todas las mujeres son iguales, ni la diversidad en la orientación sexual es en sí misma una condena, sino que el destino de sus vidas depende de la clase a la que pertenecen.