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Las obras que aquí reunimos expresan la lucha del autor por la conciencia de los oprimidos y los explotados. En Los invertidos, la tesis no tiene que ver con la homosexualidad, sino con la hipocresía social de la doble moral burguesa. En El mayor prejuicio, el blanco de las críticas son las ilusiones de ascenso de la pequeña burguesía decadente. Por su parte, tanto El hijo de Agar como La mujer de Ulises cuestionan la maternidad como una obligación y la indisolubilidad del vínculo matrimonial. Pero serán las obreras quienes tendrán una necesidad imperiosa de batallar contra estos prejuicios y…mehr

Produktbeschreibung
Las obras que aquí reunimos expresan la lucha del autor por la conciencia de los oprimidos y los explotados. En Los invertidos, la tesis no tiene que ver con la homosexualidad, sino con la hipocresía social de la doble moral burguesa. En El mayor prejuicio, el blanco de las críticas son las ilusiones de ascenso de la pequeña burguesía decadente. Por su parte, tanto El hijo de Agar como La mujer de Ulises cuestionan la maternidad como una obligación y la indisolubilidad del vínculo matrimonial. Pero serán las obreras quienes tendrán una necesidad imperiosa de batallar contra estos prejuicios y limitaciones, pues ni todas las mujeres son iguales, ni la diversidad en la orientación sexual es en sí misma una condena, sino que el destino de sus vidas depende de la clase a la que pertenecen.
Autorenporträt
José González Castillo nació en 1885 en Rosario. Fue autor de casi un centenar de sainetes, dramas de tesis y letras de tangos, además de guionista de películas fundamentales en los orígenes de nuestro cine: Juan Moreira y Juan sin ropa (acerca de la Semana Trágica). Dirigió una de las publicaciones periódicas populares del período, El teatro criollo. En 1910 debió exiliarse en Chile a causa de la represión contra militantes anarquistas. Entre sus obras más conocidas figuran Los dientes del perro, Los invertidos, La Santa Madre y El pobre hombre. En 1928 fundó la Universidad Popular de Boedo para difundir la cultura entre la clase obrera. Falleció en 1937. La esquina sudeste de San Juan y Boedo lleva su nombre en homenaje a este prolífico trabajador de las letras argentinas.