Tal vez los rasgos más acentuados del estilo literario de Honoré de Balzac sean la grandilocuencia y la inspiración. Su estilo romántico y ampuloso parece ser fruto de la improvisación , pero lo cierto es que no es así en absoluto. Balzac nos recrea en un inicio el universo en el que se va a desarrollar su narración, de igual modo en ésta como en el resto de sus novelas de La Comedia Humana. No deja ningún detalle al azar , todos los elementos que entran en juego desde un inicio van a tener una importancia suprema más tarde. En este caso , el protagonismo de la novela pesa sobre las espaldas de un joven ambicioso de gran fuerza mental , capaz de acciones sobrehumanas. Es este el típico personaje balzaquiano, un ser siempre en movimiento y en tensión, ya que en el universo literario de Balzac el reposo es la muerte.