En el Olimpo de los Dioses, nació un niño sin poderes. Su nombre era Miguel. En la escuela, los demás niños no sabían cómo jugar con él, y entonces lo dejaban solito. Pero un día, llegó una nueva maestra que les explicó que si todos ayudaban a Miguel, él podría llegar a hacer las mismas cosas extraordinarias que ellos, y esto ¡lo cambió todo! VALORES IMPLÍCITOS: Este cuento nos transmite la importancia de educar a los niños en la diversidad, trabajando la empatía y creando grandes lazos de amistad, que podrían prevalecer en el futuro.