Susana tiene once años. Está asustada, encerrada en el box de un hospital. No entiende qué ocurre a su alrededor y todo es muy raro. Hasta que un médico anuncia a la familia que tiene diabetes. Entonces, su vida vuelve a comenzar. Los sueños no tienen cima es el relato de alguien que decidió torcer el brazo al destino y adaptar la enfermedad a su vida. A partir de los veinte años inició un camino empezando a viajar sin parar y aprendiendo a recorrer senderos cada vez más comprometidos, entrenando a la vez su diabetes. Junto con Carlos, su marido, se entregó con tesón a los desafíos deportivos, a vivir expediciones y a destinos inimaginables para una persona con su diagnóstico, a las aventuras en la alta montaña.