Sandokán, un joven príncipe malayo, subió al trono de Mulder, en la isla asiática de Borneo, cuando apenas tenía veinte años. Pronto comenzó a hacerse fuerte y a conquistar los reinos cercanos. Entonces, viendo amenazado su poder, los hombres blancos, principalmente ingleses y holandeses, se aliaron con el sultán de Varauni para derrotarlo. Las traiciones se sucedían y pronto se asesinó a toda la familia del joven soberano. Sandokán resistió todo lo que pudo, pero acabó siendo vencido por sus enemigos. Entonces, se dedicó a piratear por Borneo al mando de un puñado de valientes que no le habían abandonado. Era perseguido, y, con el paso de los años, se embarcó con sus "cachorros", como él cariñosamente les llamaba, hasta Mompracem, isla que convirtió en su hogar y que pronto se convertiría en el terror del mar de Malasia.Pasan los años, y cuando suceden las aventuras relatadas en "Los tigres de Mompracem", Sandokán dirige a sus cachorros contra los ingleses, felizmente aconsejado y seguido por su gran amigo, el portugués Yáñez.