Mare nostrum (eBook, ePUB) - Blasco Ibáñez, Vicente
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Sus primeros amores fueron con una emperatriz. El tenía diez años y la emperatriz seiscientos. Su padre, don Esteban Ferragut—tercera cuota del Colegio de Notarios de Valencia—, admiraba las cosas del pasado. Vivía cerca de la catedral, y los domingos y fiestas de guardar, en vez de seguir á los fieles que acudían á los aparatosos oficios presididos por el cardenal-arzobispo, se encaminaba con su mujer y su hijo á oír misa en San Juan del Hospital, iglesia pequeña, rara vez concurrida en el resto de la semana. El notario, que en su juventud había leído á Wálter Scott, experimentaba la dulce…mehr

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Produktbeschreibung
Sus primeros amores fueron con una emperatriz. El tenía diez años y la emperatriz seiscientos. Su padre, don Esteban Ferragut—tercera cuota del Colegio de Notarios de Valencia—, admiraba las cosas del pasado. Vivía cerca de la catedral, y los domingos y fiestas de guardar, en vez de seguir á los fieles que acudían á los aparatosos oficios presididos por el cardenal-arzobispo, se encaminaba con su mujer y su hijo á oír misa en San Juan del Hospital, iglesia pequeña, rara vez concurrida en el resto de la semana. El notario, que en su juventud había leído á Wálter Scott, experimentaba la dulce impresión del que vuelve á su país de origen al ver las paredes que rodean el templo, viejas y con almenas. La Edad Media era el período en que habría querido vivir. Y el buen don Esteban, pequeño, rechoncho y miope, sentía en su interior un alma de héroe nacido demasiado tarde al pisar las seculares losas del templo de los Hospitalarios. Las otras iglesias enormes y ricas le parecían monumentos de insípida vulgaridad, con sus fulguraciones de oro, sus escarolados de alabastro y sus columnas de jaspe. Esta la habían levantado los caballeros de San Juan, que, unidos á los del Temple, ayudaron al rey don Jaime en la conquista de Valencia.
Autorenporträt
Vasco Núñez de Balboa, nació en Jerez de los Caballeros en 1475, y llegó a Panamá con la expedición de Rodrigo de Bastidas en 1501. En Santo Domingo, se dedicó a diversos negocios y, endeudado, se le prohibió salir de la Isla. Con su perro Leoncico, escapó en uno de los barcos que comandaba el bachiller Martín Fernández Enciso, en la expedición destinada a abastecer al gobernador de Nueva Andalucía. Al ser descubierto, estuvo a punto de ser abandonado en un islote. Tras la fundación de la población de Santa María de La Antigua, Vasco Núñez y Martín Samudio fueron electos como alcaldes de la colonia. Balboa continuó sus expediciones de conquista en Panamá y en una de ellas llegó al Océano Pacífico. Los numerosos conflictos entre Balboa, Enciso y Miguel de Pasamonte, tesorero de la Española, provocaron su declive. A esto es preciso añadir el enfrentamiento entre Balboa y el nuevo gobernador de la zona, Pedro Arias de Ávila. Aunque en un primer momento Pedro Arias prometió a una de sus hijas en matrimonio a Balboa, el deseo de éste de continuar las conquistas provocó la ira del gobernador. Arias hizo llamar a Balboa a la villa de Acla donde fue condenado a muerte por traición. La sentencia se ejecutó en enero de 1517.