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Híbrido de novela negra, sátira y fábula existencial, "Matar a otro perro" es la crónica de una estafa perpetrada por dos timadores polacos emigrados a Israel cuya especialidad es desplumar a turistas adineradas. Los pocos días que dedican a planear y ejecutar uno de sus golpes, condensados en una vertiginosa sucesión de diálogos, le bastan a Marek Hłasko para articular un relato magistral y perfilar a dos personajes memorables: Jakub, galán en horas bajas con un pasado traumático y más escrúpulos de los aconsejables; y Robert, el cerebro de la farsa, teórico teatral de café y gran enamorado…mehr

Produktbeschreibung
Híbrido de novela negra, sátira y fábula existencial, "Matar a otro perro" es la crónica de una estafa perpetrada por dos timadores polacos emigrados a Israel cuya especialidad es desplumar a turistas adineradas. Los pocos días que dedican a planear y ejecutar uno de sus golpes, condensados en una vertiginosa sucesión de diálogos, le bastan a Marek Hłasko para articular un relato magistral y perfilar a dos personajes memorables: Jakub, galán en horas bajas con un pasado traumático y más escrúpulos de los aconsejables; y Robert, el cerebro de la farsa, teórico teatral de café y gran enamorado de Shakespeare, para quien, además de sacar un buen mordisco, lo fundamental es ofrecer una representación digna de su "público femenino".
Autorenporträt
Marek Hlasko (Varsovia 1934 - Wiesbaden, Alemania, 1969) fue uno de los escritores más controvertidos de la posguerra polaca. A los dieciséis años, tras una infancia marcada por los horrores de la guerra y la ocupación, comenzó a trabajar de camionero. Luego probaría suerte como albañil, vendedor ambulante y conductor de metro. En 1951 escribió su primer libro de relatos, un éxito en su país que le proporcionó cierta fama internacional como "enfant terrible" de las letras polacas. Las novelas "El octavo día de la semana" (1957) o "El próximo en el paraíso" (1958) lo consolidarían como una de las voces más personales entre quienes se rebelaban contra la hipocresía del sistema. Luego de ser repudiado por el Partido Comunista y tras varios años de exilio político y excesos etílicos en los Estados Unidos, Israel, Francia y Alemania, Hlasko murió en Wiesbaden tras ingerir un cóctel letal de alcohol y sedantes. En años recientes se ha empezado a recuperar su valiosísimo legado literario.