7,99 €
inkl. MwSt.
Sofort per Download lieferbar
  • Format: PDF

Metafísica de la Comunidad pone en el centro a las diferentes comunidades que vertebran la vida social, indagando sus cimientos esenciales y sus relaciones recíprocas. Aplica el método fenomenológico-eidético, pero con un signo predominantemente ético-axiológico y antropológico personalista. Un estudio tan profundo y fundamental es hoy tanto o más necesario que cuando su autor lo escribió en la edición de 1975. Reflexionar sobre la esencia y valor de la comunidad urge tanto más cuanto mayor éxito han tenido los ensayos de tergiversación o de disolución de la comunidad, sea desde el impositivo…mehr

Produktbeschreibung
Metafísica de la Comunidad pone en el centro a las diferentes comunidades que vertebran la vida social, indagando sus cimientos esenciales y sus relaciones recíprocas. Aplica el método fenomenológico-eidético, pero con un signo predominantemente ético-axiológico y antropológico personalista. Un estudio tan profundo y fundamental es hoy tanto o más necesario que cuando su autor lo escribió en la edición de 1975. Reflexionar sobre la esencia y valor de la comunidad urge tanto más cuanto mayor éxito han tenido los ensayos de tergiversación o de disolución de la comunidad, sea desde el impositivo colectivismo negador de la individualidad personal, sea desde el empobrecedor individualismo disolvente de todo vínculo con otras personas. Por eso, la intención de ofrecer estas páginas no obedece solo a un interés académico o historiográfico, sino sobre todo a incitar a la reflexión en la que nos va una dimensión constitutiva de nuestra vida como agentes suyos.
Autorenporträt
Dietrich von Hildebrand (1889-1977) fue un filósofo que vivió las situaciones y tensiones más agudas del escenario espiritual del siglo XX. Se alimentó de ricas fuentes tanto intelectuales como culturales desde muy joven, y supo como pocos defender lo que creía verdadero viviendo a la vez una profunda humildad intelectual, lo que a menudo le hizo pasar oculto. Sus mayores contribuciones pertenecen a los ámbitos de la Ética y de la Teoría del conocimiento, en el seno de la primera escuela fenomenológica, donde se formó, y con un sincero respeto a lo verdadero de la tradición filosófica clásica. En sus escritos conviven ―sin confundirse― el rigor filosófico, la frescura de ejemplos cercanos y la luz de su fe cristiana. Por ello, Hildebrand es tenido por sus discípulos no sólo como modelo de pensamiento, sino también de persona y modo de pensar.