¿Alguna vez te has preguntado si tu mundo y lo que te rodea en tu cotidianeidad es lo único que existe? Pues no. Desde mi lugar frente a la imaginación, quisiera demostrarte que hay tantas historias como seres que habitan o habitaron, con un lenguaje propio, con sentimientos singulares y que la intriga no siempre es lo que nos adentra en ellas. Una madre joven con un bebé muerto en medio de la nada en otra época histórica, creencias de antes y de hoy; una tormenta que asedia a dos niños en un hoy por si acaso; personajes oscuros tras bellas cabelleras de inocentes que hacen transacciones en cualquier café. Historias de amor, de reencuentros, de traiciones. Excentricidades que traspasan la realidad con solo un canal de aguas claras o un mundo subterráneo que de repente se transforma en curiosidad de turistas y que, sin embargo, estuvo allí durante cientos de años proveyendo la sal de la vida. Lo anterior es un solamente un decir de lo que contienen en su interior estas breves páginas, estos breves cuentos.