El gran friso narrativo de los Episodios Nacionales sirvió de vehículo a Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él, novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los españoles -guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares- a lo largo del agitado siglo xix. En unos años en que las dos Españas se llamaban moderada y progresista, el presente episodio toma su nombre del general MONTES DE OCA, protagonista de una romántica conspiración que le costó la vida. Como telón de fondo, la agitación de la vida de la capital, que tan bien conocía y supo retratar Galdós, y cuya inquietud política bullía en tertulias y mentideros.