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Alcott obtuvo un sorpresivo y abrumador éxito con la aparición de Mujercitas (Little Women: or Meg, Jo, Beth and Amy) (1868), relato en parte autobiográfico inspirado en su niñez junto a sus hermanas en Massachusetts. Esta obra fue escrita por encargo de su editor, que quería un libro orientado a mujeres jóvenes. Narra las peripecias de las cuatro mujercitas: Meg, Jo, Beth y Amy, no son otras en realidad que las cuatro hermanas Alcott y cómo se organizan para superar diversas dificultades en la norteamérica del siglo XIX. Hay en ella valores que hoy más que nunca han cobrado una inusitada…mehr

Produktbeschreibung
Alcott obtuvo un sorpresivo y abrumador éxito con la aparición de Mujercitas (Little Women: or Meg, Jo, Beth and Amy) (1868), relato en parte autobiográfico inspirado en su niñez junto a sus hermanas en Massachusetts. Esta obra fue escrita por encargo de su editor, que quería un libro orientado a mujeres jóvenes. Narra las peripecias de las cuatro mujercitas: Meg, Jo, Beth y Amy, no son otras en realidad que las cuatro hermanas Alcott y cómo se organizan para superar diversas dificultades en la norteamérica del siglo XIX. Hay en ella valores que hoy más que nunca han cobrado una inusitada vigencia. Nos referimos ante todo a la defensa de los derechos fundamentales de la mujer.
Autorenporträt
Sus padres eran Abigail May y el pedagogo, escritor y filósofo trascendentalista Amos Bronson Alcott, vinculado al abolicionismo, al sufragio femenino y a la reforma educacional. Louisa tenía tres hermanas, Paca, Lizzie y Abba May. Su hermano Dapper murió a los dos días de nacer. Creció y vivió en Nueva Inglaterra. Las cuatro hermanas fueron educadas en su propio hogar por su padre, mientras recibían visitas de ilustres vecinos. A temprana edad, para ayudar económicamente a su familia, comenzó a trabajar como maestra, costurera, institutriz y escritora. Durante su adolescencia, Alcott compartió la pobreza y los ideales trascendentalistas de su familia. Nunca contrajo matrimonio y se mostró, al igual que sus progenitores, activa en el plano social y político durante toda su vida, en contra de la esclavitud y apoyando el voto de la mujer. Fallecida su madre, se hizo cargo de su hogar. En la Guerra de Secesión fue enfermera en el Hospital de la Unión, en Georgetown, Washington D. C., durante seis semanas entre 1862 y 1863. Murió en Boston el 6 de marzo de 1888 a causa de las secuelas del envenenamiento por mercurio contraído durante su servicio en la guerra, el mismo día en que su padre era sepultado. Tenía cincuenta y cinco años de edad.