Nos cruzamos en el camino con un enorme rebaño de ovejas así que detengo el tiro.
Le indico al perro guía que se pare y espere. Y eso hace.
Yo, mientras tanto, en un alarde de exceso de confianza, me apoyo sobre el manillar y miro aburrida cómo las ovejas se van retirando lentamente del camino.
En lugar de mirar a mis perros.
(Primer error).
Cuando el camino por fin está libre, sigo recostada sobre el manillar, con cara de hastío. Y sin mover ni un músculo, le digo al guía "hike"
Es la orden de ponerse en marcha.
(Segundo error).
Pues dicho y hecho.
El perro de cabeza pega un tirón capaz de reventar una cadena y sale corriendo. En dirección a las ovejas.
Que estaban ya en mitad de un erial lleno de piedras.
Los huskies que le siguen secundan la moción y suman toda su fuerza tractora, que es mucha.
Y yo, que peso 50 kg, salgo por los aires mientras la bicicleta se me escapa de las manos y empieza a dar tumbos y botes de metro y medio entre las piedras del erial.
Mientras busco dónde aterrizar, observo una estampida de ovejas. Salen ovejas en todas direcciones.
Y en una de esas direcciones, también sale un señor pastor acojonado, que corre más que todas sus ovejas juntas.
Me estampo contra el suelo, y con la fuerza que da la adrenalina, reboto y me pongo a correr yo también.
Pero detrás de mis perros.
No les alcanzo.
Empiezo a gritar y a mentarles todo el pedigrí mientras corro. Les da igual.
(...)
Unas risas.
Aunque reconozco que en ese momento no me estaba riendo nada.
Bueno, ahora ya sabes algunas cosas que no hay que hacer cuando se practica mushing.
Si quieres saber cómo acabé así, igual te tienes que leer este libro.
Si te gustaría aprender cómo enseñar a tu perro, sea de la raza que sea, a tirar de algo con ruedas sin vivir "aventuras" como ésta, lo mismo leer este libro te ayudaría.
Si además estás pensando en que quieres que el mushing sea algo divertido y seguro, para ti y para tu perro, pero no sabes ni por dónde empezar, pues puedes empezar por leer este libro.
Y si quieres saber cómo terminó la película, entonces sí que no te queda más remedio que leer este libro.
Eso sí, si estabas pensando que lo de hacer mushing iba de ir dando elegantes curvas en tu trineo mientras levantas polvo de nieve a tu alrededor y susurras indicaciones a tus disciplinados y perfectamente colocados perros súper fotogénicos, mejor sigue viendo Togo y Bajo cero y no te muevas del sofá. Esto no va a ser para ti.
Le indico al perro guía que se pare y espere. Y eso hace.
Yo, mientras tanto, en un alarde de exceso de confianza, me apoyo sobre el manillar y miro aburrida cómo las ovejas se van retirando lentamente del camino.
En lugar de mirar a mis perros.
(Primer error).
Cuando el camino por fin está libre, sigo recostada sobre el manillar, con cara de hastío. Y sin mover ni un músculo, le digo al guía "hike"
Es la orden de ponerse en marcha.
(Segundo error).
Pues dicho y hecho.
El perro de cabeza pega un tirón capaz de reventar una cadena y sale corriendo. En dirección a las ovejas.
Que estaban ya en mitad de un erial lleno de piedras.
Los huskies que le siguen secundan la moción y suman toda su fuerza tractora, que es mucha.
Y yo, que peso 50 kg, salgo por los aires mientras la bicicleta se me escapa de las manos y empieza a dar tumbos y botes de metro y medio entre las piedras del erial.
Mientras busco dónde aterrizar, observo una estampida de ovejas. Salen ovejas en todas direcciones.
Y en una de esas direcciones, también sale un señor pastor acojonado, que corre más que todas sus ovejas juntas.
Me estampo contra el suelo, y con la fuerza que da la adrenalina, reboto y me pongo a correr yo también.
Pero detrás de mis perros.
No les alcanzo.
Empiezo a gritar y a mentarles todo el pedigrí mientras corro. Les da igual.
(...)
Unas risas.
Aunque reconozco que en ese momento no me estaba riendo nada.
Bueno, ahora ya sabes algunas cosas que no hay que hacer cuando se practica mushing.
Si quieres saber cómo acabé así, igual te tienes que leer este libro.
Si te gustaría aprender cómo enseñar a tu perro, sea de la raza que sea, a tirar de algo con ruedas sin vivir "aventuras" como ésta, lo mismo leer este libro te ayudaría.
Si además estás pensando en que quieres que el mushing sea algo divertido y seguro, para ti y para tu perro, pero no sabes ni por dónde empezar, pues puedes empezar por leer este libro.
Y si quieres saber cómo terminó la película, entonces sí que no te queda más remedio que leer este libro.
Eso sí, si estabas pensando que lo de hacer mushing iba de ir dando elegantes curvas en tu trineo mientras levantas polvo de nieve a tu alrededor y susurras indicaciones a tus disciplinados y perfectamente colocados perros súper fotogénicos, mejor sigue viendo Togo y Bajo cero y no te muevas del sofá. Esto no va a ser para ti.
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