"Ciudad Mediana, años ochenta. Los yonquis habitan los descampados y olvidan a sus crías dentro de cobertizos de uralita. En uno de ellos sobrevive milagrosamente un cachorro silencioso que se deja aplastar por el sol. Dos señoras muy cándidas y amables lo rescatan, le limpian la cara con agua de colonia y comienzan a hablarle de Dios y de espaguetis. Mientras, en otro lugar que huele a vaca y a pienso, una niña feliz observa cómo su madre naufraga en la cama, los ojos perdidos en algún lugar, el pelo sucio, el pijama pegado a la piel desde que papá se marchó". Así resumió Pablo Gutiérrez esta novela única, ganadora de la XXI Edición del Premio Ojo Crítico de Narrativa de RNE, en 2010, y que es considerada como una de las obras clave de la literatura en español de este siglo. Isaac Rosa enfatiza en su prólogo que Nada es crucial "es noveladescampado sobre todo por su escritura, su despliegue lírico y la violencia de su voz. Prosa descampada, tan desapacible como magnética, novela sin ley que contiene belleza y mugre por igual. Una novela alambrada, afilada, llena de fragmentos rotos y cristales".