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El ser humano está perdiendo buena parte del potencial de sus sentidos. Una multiplicidad de estímulos nos están dejando ciegos y sordos en ciudades llenas de luces y ruidos. Pero cuando uno está solo, en la inmensidad del campo, la montaña o el mar, lejos de otros seres, los sentidos parecen despertar y somos capaces de ver o sentir cosas que en nuestro entorno habitual pasan desapercibidas. ¿Acaso no les inquieta estar solos en una playa desierta, alumbrados solamente por la luz de las estrellas? ¿O en el campo en una noche sin luna, rodeados por miles de sonidos extraños y ojos que…mehr

Produktbeschreibung
El ser humano está perdiendo buena parte del potencial de sus sentidos. Una multiplicidad de estímulos nos están dejando ciegos y sordos en ciudades llenas de luces y ruidos. Pero cuando uno está solo, en la inmensidad del campo, la montaña o el mar, lejos de otros seres, los sentidos parecen despertar y somos capaces de ver o sentir cosas que en nuestro entorno habitual pasan desapercibidas. ¿Acaso no les inquieta estar solos en una playa desierta, alumbrados solamente por la luz de las estrellas? ¿O en el campo en una noche sin luna, rodeados por miles de sonidos extraños y ojos que escudriñan desde la oscuridad? Les puedo asegurar que en estas situaciones se puede apreciar la verdadera dimensión del hombre respecto a las fuerzas de la naturaleza (que, en mi opinión, es pequeña, insignificante). Tal vez no crean en esto, pero entonces los invito a que hagan la prueba. ¿Se animarían a pasar en soledad una noche con niebla en las playas del faro? Yo lo he hecho muchas veces. Y les aseguro que la mente puede llegar a recorrer caminos inimaginables. Dejen siempre una puerta abierta a los misterios. Recuerden que las brujas no existen, pero que las hay… las hay.
Autorenporträt
Nació en agosto de 1956 en Florida (provincia de Buenos Aires). En 1965 se radicó junto a su familia en Villa Gesell, en la costa atlántica bonaerense. Desde pequeño desarrolló una verdadera pasión por la pesca, deporte que lo llevó a frecuentar la zona que lo inspiró en su escritura. Comenzó a escribir en el año 1986. Ha recibido premios en concursos literarios regionales y varios de sus trabajos fueron publicados por el diario La Capital, de Mar del Plata, las revistas Weekend y Tiempo de Aventura, y el semanario local El Fundador. Integró junto a otros escritores la Antología de escritores geselinos y cuatro de sus trabajos fueron incluidos en Palabras al sur, publicación de la Región Cultural de Sudeste Bonaerense. Tiene publicados tres libros de cuentos cortos y relatos: Desde el mar, A orillas del mar y En un bosquecito de talas.