Alexander Amador es uno de los empresarios más exitosos de Panamá. Joven, apuesto, altivo y de una gran soberbia, nadie imagina el sufrimiento del que se esconde detrás de ese muro impenetrable que ha moldeado con los años. Vive en una rutina inamovible, pero varios hechos comienzan a hacer temblar su perfecto mundo organizado. Mauricio, recién graduado de la universidad, espera impaciente ingresar al empleo que su padre le ha prometido. Honesto, buen hijo y solidario, está lejos de ser el niño que hostigaba a sus compañeros en la escuela. La vida de los dos jóvenes vuelve a entrelazarse haciéndolos comprender que, a veces, las decisiones no tienen por qué ser definitivas.