En un mundo primitivo, en una sociedad en ciernes, los hombres sobreviven tratando de comprender su existencia. En esa búsqueda existencial, ensayan el descubrimiento de su condición humana y la propia invención de sus creencias. Esta trascendental labor, se ve frustrada por un cataclismo, una inundación que hace desaparecer ese mundo entero. Tres hermanos (Akbar, Simón y David) sobrevivirán a esta catástrofe y despertarán con amnesia y distanciados, cada uno en la orilla de un inmenso lago. El destino, que quiso salvar a los hermanos, va a separarlos para que cada uno de ellos termine la tarea inconclusa de su padre. Los tres hermanos, hijos de Akbar Simón David, sin saber uno del otro, sin recordar su pasado, construirán tres naciones: Akbaria, Simonia y Davidia. Cuando estos pueblos se descubran entre sí, se verán enfrentados en un aparente choque de culturas, que generará guerras y odios, para sostener el poder y sus creencias religiosas. La amnesia de sus profetas o creadores, no les permitirá advertir cuan parecidas son sus creencias y cuan semejantes son sus culturas. Sólo en el horizonte de sus vidas Akbar, Simón y David, (ya reconocidos profetas) recuperarán la memoria, para estar en condiciones de decirle al mundo, que son todos hermanos. Pero ya será tarde para ese tipo de verdades fundamentales, imposibles de transmitir en un mundo diezmado por el poder y el fanatismo. Esa verdad incomprensible, quedará plasmada como un legado indescifrable de los profetas, en las Sagradas Escrituras. Una novela de dimensiones épicas que nos transporta a un mundo fantástico pero muy parecido al nuestro, donde no solo seremos lectores, sino verdaderos protagonistas.