Pascendi Dominici Gregis es una encíclica papal escrita por el Papa Pío X y promulgada el 8 de septiembre de 1907. El título, traducido del latín como "Apacentando el rebaño del Señor", refleja la intención de guiar y proteger a la Iglesia Católica contra las crecientes amenazas del modernismo.
Esta encíclica aborda las doctrinas del modernismo, un movimiento intelectual que surgió a fines del siglo XIX y principios del XX. Los modernistas cuestionaban y reinterpretaban la doctrina tradicional de la Iglesia, buscando adaptarla a la evolución cultural y científica de la época. Pío X, preocupado por las potenciales consecuencias de estas interpretaciones, emitió Pascendi Dominici Gregis para condenar y refutar las ideas modernistas.
En su contenido, la encíclica analiza detalladamente las principales características y errores del modernismo. Condena la tendencia de los modernistas a reinterpretar la verdad religiosa en términos subjetivos y relativos, así como su inclinación hacia la adaptación constante a las corrientes filosóficas y científicas contemporáneas.
Pío X advierte sobre la peligrosidad de estas ideas para la fe católica, denunciando la falta de fidelidad a la doctrina tradicional y la tendencia hacia una interpretación laxa de las Escrituras y la teología. Además, insta a los obispos y sacerdotes a estar alerta y a tomar medidas para prevenir la propagación de estas ideas entre los fieles.
En resumen, Pascendi Dominici Gregis representa una respuesta enérgica y firme por parte de la Iglesia Católica ante las crecientes amenazas del modernismo, reafirmando su compromiso con la preservación de la verdad doctrinal y la autoridad magisterial.
Esta encíclica aborda las doctrinas del modernismo, un movimiento intelectual que surgió a fines del siglo XIX y principios del XX. Los modernistas cuestionaban y reinterpretaban la doctrina tradicional de la Iglesia, buscando adaptarla a la evolución cultural y científica de la época. Pío X, preocupado por las potenciales consecuencias de estas interpretaciones, emitió Pascendi Dominici Gregis para condenar y refutar las ideas modernistas.
En su contenido, la encíclica analiza detalladamente las principales características y errores del modernismo. Condena la tendencia de los modernistas a reinterpretar la verdad religiosa en términos subjetivos y relativos, así como su inclinación hacia la adaptación constante a las corrientes filosóficas y científicas contemporáneas.
Pío X advierte sobre la peligrosidad de estas ideas para la fe católica, denunciando la falta de fidelidad a la doctrina tradicional y la tendencia hacia una interpretación laxa de las Escrituras y la teología. Además, insta a los obispos y sacerdotes a estar alerta y a tomar medidas para prevenir la propagación de estas ideas entre los fieles.
En resumen, Pascendi Dominici Gregis representa una respuesta enérgica y firme por parte de la Iglesia Católica ante las crecientes amenazas del modernismo, reafirmando su compromiso con la preservación de la verdad doctrinal y la autoridad magisterial.