Los siete pecados capitales constituyen un fenómeno muy arraigado en la historia cultural de Occidente, relegado al olvido en el imaginario colectivo moderno como algo atávico y obsoleto. Sin embargo, el concepto de pecado se puede vincular a las actitudes que desarrollamos hacia nuestros semejantes o hacia nuestro mundo en la contemporaneidad: nos consideramos superiores a los demás (soberbia), los tratamos como objetos de deseo (lujuria), podemos llegar a destruirlos (ira), o a rivalizar con ellos (envidia); acaparamos los recursos naturales como si fueran nuestra propiedad exclusiva (avaricia) o los consumimos en exceso (gula); y, finalmente, desatendemos nuestras obligaciones éticas por desidia, negligencia o falta de compromiso (pereza). El presente libro aporta una mirada novedosa al concepto de los siete pecados capitales y dirige el foco psicológico hacia ellos para considerarlos desde una perspectiva intersubjetiva, social y moderna. Retomar la idea de pecado como reconocimiento del daño causado a los demás o al ecosistema, a partir de motivaciones egocéntricas, nos lleva a integrar en psicología la dimensión moral y la responsabilidad, de las que el ser humano no puede, ni debe, sustraerse.