Una inocencia gordita está al servicio de su paciente, en cada situación Al enterarse de las formas íntimas en que su colega se ocupa de pacientes especiales, despierta la curiosidad de la enfermera Theresia. Y así, cuando Anny le hace una de sus pequeñas visitas al Sr. Buchmann, la joven y entusiasta enfermera la acompaña, solo para mirar, al principio. Pero a medida que su tetona y gordita compañera de trabajo se lleva la peor parte de la polla de su paciente, le resulta cada vez más difícil contenerse. ¿Ella se unirá a ellos en su lujuria? ¿O puede evitar convertirse en otra enfermera de turno nocturno con beneficios?