«Aún / hay cantos que cantar más allá / de los hombres». Estos versos de Paul Celan ofrecen una clave para comprender la singularidad radical de uno de los mayores poetas europeos del siglo XX. En Celan el poema siempre lleva consigo lo humano y al mismo tiempo lo trasciende, en el sentido de que sobrepasa el horizonte crepuscular de una tradición humanista que ha llegado a convivir pacíficamente con la destrucción de los valores y los ideales que ella misma consagrara durante siglos. La obra de Celan resulta así inseparable de un pensamiento poético que pregunta por lo humano desde la catástrofe. Este libro muestra en qué medida su poética hereda el legado ya en crisis de la lírica moderna y lo transforma en una "lírica del desastre" que descubre en la lengua del poema una experiencia única y extrema. Experiencia destructiva que sin duda marcó a hierro y fuego la historia europea y dejó huellas indelebles en la vida y en la obra del poeta; pero experiencia límite también, y aun más decisiva, del propio lenguaje como deseo de una «lengua madre» que abre en el texto poético el abismo del amor y la muerte donde encuentra su raíz última la existencia. Raíz Celan: un poema de La rosa de nadie, titulado «Radix, Matrix», hace las veces de hilo de Ariadna en la lectura desideral que aquí se propone de la tríada en torno a la que gira la escritura poética celaniana: Poema – Lengua – Abismo.