No todas las recetas pueden ser bajas en grasa, sal y azúcar; no serían lo mismo si lo fueran. Estas recetas siguen teniendo cabida en una dieta equilibrada (¡a todo el mundo le gusta darse un capricho de vez en cuando!), pero es importante que se equilibren también con algunos elementos saludables del menú.
A menudo se puede hacer una receta más saludable con unos pequeños cambios que se centran en estas sugerencias básicas:
A continuación detallamos cómo planificar, crear y modificar las recetas para que sean sanas, deliciosas, económicamente viables y realizables.
A menudo se puede hacer una receta más saludable con unos pequeños cambios que se centran en estas sugerencias básicas:
- Utilizar más frutas o verduras.
- Utilizar cortes magros de carne.
- Utilizar productos lácteos reducidos en grasa o menos versiones de grasa completa.
- Cambie algunos o todos los productos de grano de su receta de muy procesados a más integrales.
- Prepare las recetas, en la medida de lo posible, desde cero y reduzca la cantidad de ingredientes procesados.
- Utilice métodos de cocción distintos a la fritura, especialmente la fritura profunda.
A continuación detallamos cómo planificar, crear y modificar las recetas para que sean sanas, deliciosas, económicamente viables y realizables.
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