El retrato de una dama (The Portrait of a Lady, 1881), una de las obras maestras de Henry James y también una de las mejores novelas de todos los tiempos. Para ello James imaginó a Isabel Archer, una joven norteamericana, “un temperamento feliz fertilizado por una alta civilización”, que se traslada de su país a Gran Bretaña, donde despliega su fascinante encanto, mezcla de inteligencia, orgullo y curiosidad.