Existen infinidad de ejemplos en donde el pensamiento estratégico es fundamental. Imagínese que usted es asaltado a mano armada, ¿qué haría? Por supuesto mantener la calma es primordial, pero los siguientes pasos que realice supondrán el no salir lastimado. Es el pensamiento estratégico el que lo puede librar correctamente de dicha situación. Y este, es sólo un ejemplo.
No es fácil conseguir la habilidad del pensamiento estratégico, por lo que el actual libro le ayudará, a través de juegos divertidos, a entrenar a su cerebro. Así como en cualquier otra cosa, debe usted ser constante, leer un capitulo diario, practicar constantemente y le prometo que notará la diferencia. Su cerebro se lo agradecerá.
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