De niño jugó con lápices de colores para dibujarte, de joven intentó representar muchas veces tu imponente figura. Quiso convertirse en el pintor impresionista que captara toda tu majestuosidad. (…) Probó atraparte de mil maneras, pero una dolorosa impotencia fue siempre el resultado, hasta que descubrió que una cámara sería para el resto de su vida la posibilidad genuina de una simbiosis perfecta entre tu corazón y el suyo. Asociación íntima de organismos diferentes. Acto vital que le permitió descubrir su camino.