La espiritualidad arraigada en la naturaleza y compartida mediante la palabra es el germen de una experiencia atemporal y universal, tan comprensible en el siglo XII y XIII, como en el XIX o el XXI. Por ello, en estas páginas se yuxtaponen textos y reflexiones de san Francisco, del poeta Jacint Verdaguer o, incluso, de la encíclica Laudato si, entre otros, como una invitación a mirar y comprender la naturaleza, el cosmos, como un espacio idóneo para la relación con la trascendencia. Maria-Mercè Bruguera Barbany y Josep Gordi i Serrat, buenos conocedores de la literatura, con una larga experiencia docente, transmiten su estima por la naturaleza como elocuente escuela de vida y de belleza, pero también como reto para custodiar este bien común para las próximas generaciones y para desarrollar la propia interioridad.