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No todas las actividades preventivas son inocuas y beneficiosas. Algunas de las acciones para prevenir enfermedades son invasivas y perjudiciales, y no hay argumentación científica que avale el riesgo frente al posible beneficio. Los doctores Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández desgranan en este libro algunos de los casos más importantes, mientras hacen una reflexión fundamental sobre la excesiva medicalización de la sociedad actual y la importancia de, sencillamente, vivir. La salud se ha convertido en una de las preocupaciones principales de la sociedad, incluso de aquellos que gozan de…mehr

Produktbeschreibung
No todas las actividades preventivas son inocuas y beneficiosas. Algunas de las acciones para prevenir enfermedades son invasivas y perjudiciales, y no hay argumentación científica que avale el riesgo frente al posible beneficio. Los doctores Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández desgranan en este libro algunos de los casos más importantes, mientras hacen una reflexión fundamental sobre la excesiva medicalización de la sociedad actual y la importancia de, sencillamente, vivir. La salud se ha convertido en una de las preocupaciones principales de la sociedad, incluso de aquellos que gozan de una salud normal para su edad y constitución. Para conseguirla o por el miedo a perderla, aceptamos todo. Los médicos se han convertido en los sumos sacerdotes que dicen qué y cuándo comer, beber o tener sexo. La muerte se vive como un fracaso del médico o del sistema sanitario, con la fantasía de creer que la salud, y pronto la inmortalidad, es un derecho constitucional. Por otro lado, se consigue que todos nos sintamos pacientes y seamos culpables de todo los que nos pasa por no seguir de forma estricta los preceptos médicos de vida saludable. Nos dejamos la salud intentando alcanzar la salud perfecta. Este libro nos hace reflexionar sobre el sentido de la salud y la figura del médico y la sanidad. Nos muestra que algunas de las acciones preventivas que nos realizan habitualmente no tienen fundamento científico, vulnerando nuestros derechos como pacientes al no recibir toda la información sobre las posibles reacciones adversas. Este es un libro que sorprenderá, que permitirá ver con otra perspectiva muchos conceptos que damos por sabidos o por lógicos. Apoyado constantemente en la ciencia, y con decenas de enlaces a estudios nacionales e internacionales, es fundamental para el personal sanitario y, especialmente, para los que pretenden serlo. Un libro, en definitiva, que vuelve a poner en el centro de la vida lo importante: la capacidad de disfrutar de cada momento, de aceptar la vejez y los achaques, teniendo una relación ética con el sistema sanitario y disfrutando de unas acciones preventivas que den prioridad a la mejora de las condiciones de vida para todo el mundo.
Autorenporträt
Mercedes Pérez-Fernández. Licenciada en Medicina por la Universidad de Valladolid (España) y especialista en Medicina Interna, dejó la comodidad del hospital por la posibilidad de ser al tiempo madre y médico de cabecera de 2.000 pacientes. Con cinco hombres en casa, se hizo feminista de armas tomar. Sus pacientes salían con frecuencia en las noticias, en la sección de sucesos, pues dedicó casi tres décadas (70, 80 y 90 del siglo XX) al bronco San Blas, del Madrid del tiempo de antes, durante y después de "la Movida", cuando la heroína mataba tanto como el SIDA. Tras un tiempo en un asilo (como médico), ocupó plaza de médico de pueblo ya sin hijos en casa, en la primera década del siglo XXI. Entre las experiencias vitales, el viaje de tres meses en el 2011 recorriendo la piel y las venas abiertas de Brasil (25.000 km, 32 ciudades, 19 estados, 70 centros de salud), zonas de bajo Índice de Desarrollo Humano, para evaluar la atención primaria con la Sociedad Brasileña de Medicina Familiar y Comunitaria. De siempre le gustó la ética médica y le ha dedicado horas de teoría y práctica. También le gusta pintar al óleo y hacer iconos al estilo antiguo. Se le da muy bien el punto y lucen piezas hechas a mano su esposo (Juan Gérvas), cuatro hijos y ocho nietos (y algunos amigos). Todavía, a veces, juega con Honorata, la muñeca que viste y calza como si fuera la hija que nunca tuvo, que le regaló su entonces novio y actual marido. Baila muy bien, es alegre y animosa, buena compañera de viajes y del viaje de la vida. Lee ficción, aprecia el buen vino, disfruta de las calas del Cabo de Gata (Almería, España) y del nadar en el mar Mediterráneo, y no le importa pasar el rato distraída "pensando en las musarañas". No aguanta la injusticia, la corrupción, a los abusones, a los estúpidos, a los chulos ni las tonterías innecesarias. Juan Gérvas, Médico y hombre feliz (con camisa y sin ser del todo idiota). Casado con Mercedes Pérez-Fernández, cuatro hijos, ocho nietos. Viajan con ellos, sin sus padres, todos los veranos a lugares variopintos (en 2016 a Islandia, en 2017 a Castilla y León, en 2018 a Estocolmo). Optimista nato, crítico duro, positivo en lo práctico diario. Empezó medicina en Valladolid (España) con 16 años, y acabó a los 22, con un hijo y esperando otro. Durante la carrera, alumno interno de Medicina Interna, y becario de IBM para el desarrollo de la historia clínica electrónica (en 1969 ya decían: "En diez años, la historia resolverá los problemas de coordinación"). Primeros años profesionales dedicados a la docencia (anatomía), a la tesis doctoral en Valladolid (facultad de medicina) y a la investigación en laboratorio (neurología, modelos experimentales de enfermedad de Parkinson) en Madrid (facultad de medicina de la Autónoma y hospital Ramón y Cajal). Búsqueda de "vida" como médico de cabecera (médico general) en la atención primaria, a la que ha dedicado el resto de su vida. Escritor de lo que vive y siente, entusiasmado con lo que hace. Exigente con los demás, pero más exigente consigo mismo. Primeras décadas de trabajo como médico general en Madrid capital (en la intersección de la riqueza y la pobreza, de los "doctores en" y de los analfabetos, entre la glorieta de Cuatro Caminos y la calle Orense), la última década profesional de médico rural en la sierra de Madrid, atendiendo población del valle del río Lozoya, en el entorno del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (pueblos de Canencia de la Sierra, Garganta de los Montes y El Cuadrón). Practicante de una medicina con límites, científica y humana (armónica). Profesor siempre en la universidad española, en torno a la salud pública y la atención primaria. A tiempo parcial también en Estados Unidos (Escuela de Salud Pública de la Johns Hopkins, de 1991 a 2013) y en la Escuela Nacional de Sanidad (todavía profesor invitado de Salud Internacional).