¿Qué características y señales identifican a la gente extraviada? ¿Qué comportamientos, qué maneras de sentir y pensar identifican a los numerosos personajes del Infierno? ¿Cómo se presentan y qué aducen para justificarse o aderezar su culpa? Y sobre todo, ¿en qué medida son conscientes de ella? La autora, a través de una investigación psicológica y humana, nunca forzada ni exterior, realizada paso a paso a partir del texto, de sus palabras clave, de los paralelismos presentes en la obra, quiere dar una respuesta a los interrogantes formulados. De esta manera se salvaguarda la historicidad y, al mismo tiempo, se destaca la extraordinaria actualidad de la primera cantiga de la Divina Comedia, cuyo objetivo y propósito del poeta era iluminar las zonas oscuras de la conciencia para librar al lector de la cadena de errores que provoca el mal de vivir.