El té de hierbas se crea remojando o decoccionando hierbas, especias u otros materiales vegetales, a diferencia del té tradicional derivado de la planta Camellia sinensis. No contiene cafeína y ha sido un remedio natural durante miles de años, remontándose a las antiguas culturas de China, India y Egipto. Muchas de las hierbas que se utilizaban entonces siguen empleándose hoy en día por sus propiedades curativas. El té de manzanilla, por ejemplo, tiene propiedades antiinflamatorias y ansiolíticas, mientras que el té de jengibre es famoso por facilitar la digestión y reducir las náuseas.
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