Un día, el pequeño Tigre enfermó. Rápidamente vino el pequeño Oso y ayudó a su amigo, incluso lo acompañó al hospital. Tras la auscultación y la radiografía diagnosticaron una raya torcida. Así que le dieron una pequeña inyección que le produjo un sueño azul y después de la operación, el pequeño Tigre volvió a ser él mismo.-