Ático nos libera de la idea permanente de que en el universo no estamos solos. Nos enseña a luchar por la supervivencia de las razas que desde hace miles de años vivimos a la búsqueda de la verdad y cuando un virus invade nuestro mundo, nos da la oportunidad de entender el origen de ese enemigo y así nos abre el camino para combatirlo.
Para crear una homogeneidad de pensamiento y alternativas de poder, hay una explosiva lucha de la inteligencia viva contra la inteligencia artificial, con el resultado de que este duelo nos reafirma en la filosofía de que el amor y la fuerza son el resorte que nos diferencia.
Antonio Guallar Jerez nació en Barcelona (España) en 1945. Cumplió los estudios primarios en la misma capital, completando los mismos en academias nocturnas. Trabajó más de 30 años en un banco, los últimos como director de sucursal. Tiene muchas aficiones, como ajedrez, damas, lectura, escritura, psicología, deporte, música.
En la actualidad sigue estando casado, después de 50 años, con la misma mujer, que no solo le donó un riñón, para seguir viviendo, sino que además iba envuelto en papel de amor. Tiene 3 hijos. ¡Qué maravilla!
Para crear una homogeneidad de pensamiento y alternativas de poder, hay una explosiva lucha de la inteligencia viva contra la inteligencia artificial, con el resultado de que este duelo nos reafirma en la filosofía de que el amor y la fuerza son el resorte que nos diferencia.
Antonio Guallar Jerez nació en Barcelona (España) en 1945. Cumplió los estudios primarios en la misma capital, completando los mismos en academias nocturnas. Trabajó más de 30 años en un banco, los últimos como director de sucursal. Tiene muchas aficiones, como ajedrez, damas, lectura, escritura, psicología, deporte, música.
En la actualidad sigue estando casado, después de 50 años, con la misma mujer, que no solo le donó un riñón, para seguir viviendo, sino que además iba envuelto en papel de amor. Tiene 3 hijos. ¡Qué maravilla!