Veronique se dirige lentamente hacia una estantería con juguetes bondage. Es menuda, pero sus pantalones de cuero están muy apretados en torno a su trasero redondeado. Balancea las caderas, como si estuviera intentando burlarse de mí. O tentarme.Liam recuerda su encuentro con Veronique, una amiga de Claudia que está de visita en Estocolmo. Ella, a su vez, le presentará a unos intrépidos policías con los que Liam vivirá una experiencia inolvidable en la Habitación Roja del Dolor.-