El enfoque y el tratamiento del paciente crítico han cambiado en los últimos años. Tradicionalmente los temas referentes a la hemostasis eran un capítulo menor de la medicina intensiva. Estamos asistiendo a un cambio notable en el enfoque de las alteraciones de la coagulación en el paciente crítico, que han cobrado una trascendencia enorme y han pasado a ser un pilar fundamental del cuidado del paciente grave. Las alteraciones de la hemostasis están en la base de la fisiopatología de la disfunción orgánica múltiple; es así que, entidades diferentes como la sepsis, el trauma grave y la lesión encefálica aguda tienen alteraciones de la coagulación propias. Esto ha llevado a intentos de modificar la hemostasis para tratar de cambiar la evolución en la sepsis con el uso de diferentes inhibidores de la coagulación, aunque a la fecha los resultados han sido desalentadores. Hay avances importantes en el diagnóstico de las alteraciones de la coagulación, abandonando los métodos tradicionales de laboratorio, que no fueron diseñados para predecir el sangrado. En su lugar emerge el uso de métodos viscoelásticos capaces de proveer un diagnóstico integral de las mismas en tiempo real y al lado de la cama del paciente.