Nuestra medicina tradicional, que investiga afanosamente todos los secretos de nuestra anatomía, no se ha parado a contemplar la presencia de algo tan fundamental como es la energía. La fuente de la vida, que dirían los chinos. La vida se altera, se destruye, cuando el binomio Yin-Yang, factores contradictorios y complementarios que constituyen la energía, se desfasan, se desarmonizan, se desequilibran, porque la salud -—Tao en versión china—es precisamente el resultado del equilibrio armónico entre esos dos factores, Yin y Yang, que desde hace algún tiempo empiezan a preocupar a nuestra clase médica y a los enfermos.
Los chinos ya conocían la presencia de ese calificado factor energético de nuestra existencia desde hace cinco mil años, como nos revela el Emperador amarillo Huang-Ti a través de ese libro que constituye la biblia de la Acupuntura y que se llama «Nei-King». En este manual práctico se describe la terapia con el martillo de siete puntas y su amplio campo en el tratamiento de enfermedades, especialmente eficaz en combinación con el tratamiento acupuntural. Se detallan los tratamientos específicos para numerosas enfermedades.
Los chinos ya conocían la presencia de ese calificado factor energético de nuestra existencia desde hace cinco mil años, como nos revela el Emperador amarillo Huang-Ti a través de ese libro que constituye la biblia de la Acupuntura y que se llama «Nei-King». En este manual práctico se describe la terapia con el martillo de siete puntas y su amplio campo en el tratamiento de enfermedades, especialmente eficaz en combinación con el tratamiento acupuntural. Se detallan los tratamientos específicos para numerosas enfermedades.