En esta obra el poeta, expulsado de Roma el año 8 después de Cristo por el emperador Octavio Augusto a los confines del Imperio, probablemente por el contenido lascivo de los versos que forman su Ars amatoria o Ars amandi, que disgustaron al ya anciano emperador, se dirige en forma epistolar, pero en dísticos elegíacos, pidiendo perdón al emperador (libro II, elegía única), a su esposa, familiares y amigos.