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Muchos fantasmas rondan esta obra, desde una mano perdida por un mago esquizofrénico hasta esas heridas que nos dejan los muertos cuando parten, heridas irresueltas, como si en los mismos genes quedara grabado el dolor, el rencor, todos aquellos problemas pendientes de sus vidas. Mariana Hartasánchez escribe teatro y su eficacia se ha probado en la escena. Palabras, acciones y personajes que nos muestran esa visión particularmente absurda, humorística y dolorosa, junto a esos retruécanos del lenguaje, rasgos característicos de su ya afilada poética.
Muchos fantasmas rondan esta obra, desde una mano perdida por un mago esquizofrénico hasta esas heridas que nos dejan los muertos cuando parten, heridas irresueltas, como si en los mismos genes quedara grabado el dolor, el rencor, todos aquellos problemas pendientes de sus vidas. Mariana Hartasánchez escribe teatro y su eficacia se ha probado en la escena. Palabras, acciones y personajes que nos muestran esa visión particularmente absurda, humorística y dolorosa, junto a esos retruécanos del lenguaje, rasgos característicos de su ya afilada poética.
La autora sobre sí misma: "Soy modelo 76. Mi traqueteada anatomía lleva veinte años deambulando por los escenarios. No me arrepiento. Los embates psicóticos de una madre esquizoide y las heridas recibidas a lo largo de mi biografía han sido sublimados. Gracias al teatro no me convertí en una junkie de mirada vidriosa que camina por las calles sin objetivos ni vitales ni 'stanislavskianos'. Entré a CADAC cuando tenía diez años. Insistí para que mi madre loca me inscribiera. Lo hizo, se lo agradezco. ¡Prodigiosa ficción! La vida diaria es bastante anodina, excepto por los instantes dramáticos que revientan la lógica cotidiana, como la maternidad. 1998: entré a la UNAM para estudiar letras hispánicas, pero ver el edificio 'bunkeril' del CUT me hacía suspirar. Gocé los ejercicios realistas de García Lozano, sudé analizando textos bajo la tutela de Tony Castro. La huelga. La SOGEM. Una compañía en Querétaro: Sabandijas de Palacio. Viajé para escribir y escribí para viajar. La única forma de soportar los 'cronopios' enloquecidos dentro de mi cabeza es exiliarlos al papel y a la escena para que también los demás se hagan cargo de ellos".
Inhaltsangabe
Un banjo y dos muertos Personajes Ficha del estreno Notas de Ginés Cruz
