En este cuento, que trata sobre un pedido que hace el rey de Bohemia para mantener la discreción en un asunto amoroso (es decir, para evitar el «escándalo en Bohemia»), Sherlock Holmes se ve, como pocas veces, burlado por una inteligencia tal vez superior: la de Irene Adler, personaje de importancia dentro del mundo de estos policiales.