Los nativos, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Eduardo Galeano Esta es la historia de un legado que viaja en el tiempo. Lo recibe una mujer, con toda una vida dedicada a la búsqueda del conocimiento y el aprendizaje. Como todo legado, debe ser compartido y por eso Josefina del Pinar inicia un viaje mágico, transmitiendo ese mandato ancestral de amor, de respeto a la madre naturaleza, de justicia social, de reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios, a todo mortal que deseara conocerlo. La autora construyó este relato inspirada en un viaje que realizó a Playa del Carmen (México), en donde compartió gratos momentos con integrantes de la comunidad maya. Participó en algunas ceremonias e intentó aprender su lengua de mano del maestro Román Pat Caamal. Allí, se enamoró de los colores, olores y sonidos de las hermosas playas. Logró esta narración viajando en el tiempo, buscando el origen e intentando reconectarse con los cinco elementos: tierra, agua, aire, fuego y quintaesencia.