Un bestiario contemporáneo con animales que copulan, juguetean, se hacen la guerra. Cuál es la línea entre nuestra humanidad y nuestra animalidad es la pregunta que te haces mientras lees esta antología. Misma que utiliza al animal que se muerde la cola como un símbolo inicial en estos cuentos que, como sus personajes, son un ensamble desparpajado de formas y géneros; un motivo desarrollado con variaciones, modelos y resultados distintos. Cada uno de estos clichés es una exploración del cuerpo, del sexo, del contacto animal, de la sensación física. La risa que provoca la libertad de pensar, la libertad de sentir.