La alegría de un nuevo trabajo como guía científica en un buque en las regiones polares quedó congelada rápidamente al anunciarse el cierre de las fronteras por una pandemia. Ahora, a miles de kilómetros de la costa más cercana, Micaela tendrá que improvisar una dinámica basada en horarios antárticos y necesidades de sobrevivencia para el íntimo grupo de científicos que viajan con ella.-